Lizzet Martinez Una jueza humanitaria

Por Benjamín De Yurre y Fals
October 15, 2020

Lizzet Martinez es una querida jueza de la división penal adscrita al onceavo circuito judicial del Condado Miami-Dade. Nacida en Cuba en la década del 70, emigró con sus padres a Venezuela el 15 de marzo de 1980, país del que guarda gratos recuerdos y conserva amistades imperecederas en el tiempo. En Miami ha logrado destacar en todas las comunidades, ya que ganó en todos los recintos en su campaña para Juez del Condado en agosto 2018, y es común observar su presencia en diferentes actos sociales y culturales.

¿Recuerda esa salida de Cuba, la estancia en Venezuela y la llegada a Miami?

Aunque solo tenía 7 años y medio al salir de Cuba, recuerdo perfectamente ese acontecimiento, el cuál estuvo marcado por un hecho imborrable en mi memoria. Resulta que al salir teníamos el pasaporte vencido pero los guardias en el aeropuerto  estaban muy interesados en una cadenita de oro 18 que pendía de mi cuello. Era tal el interés de las autoridades cubanas en apropiarse de la prenda, algo que forzosamente hicieron varios guardias en el cuello de una menor, que no se dieron cuenta de los pasaportes vencidos. Y la cadenita salvadora tenía una imagen de la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre.

En el año y medio que vivimos en Venezuela conocimos la bondad de su gente y la belleza de su flora y fauna. Al llegar a Caracas fuimos acogidos en el conocido “Refugio Cubano” que era una casa ubicada en el elegante barrio Prados del Este y a donde llegaban temporalmente los cubanos exiliados para ser socorridos con vestimenta y comida mientras se abrían camino en el país. Mis padres trabajarón como conserjes en las zonas de Sabana Grande y la Alta Florida mientras que yo estudiaba en el Colegio Nuestra Señora de Pompei.  Mi padre también llevaba a cabo otros trabajos fuera de la conserjería para poder cubrir todos los gastos.

Llegamos a Miami el 21 de Agosto de 1981, y desde entonces he seguido el ejemplo de mis padres; el trabajo arduo y honesto nos abrió todas las puertas en este gran país.

¿Cuáles fueron sus escalones profesionales? ¿Por qué decide postularse como jueza?

Siempre sentí el deseo de servir y ayudar a nuestra comunidad. En 1990 cuando estudiaba el doceavo grado en Miami Senior High, el Miami Herald me otorgó el reconocido premio “Silver Knight” por la excelencia académica y mis servicios a la comunidad. Después de más de 20 años de ejercer como abogadacomprendí que de alguna forma debía devolver a la sociedad todo lo que ella hizo por mi; eso fue lo que me llevó a lanzar mi candidatura como jueza por el Condado Miami-Dade en el año 2016, donde obtuve más de 100,000 votos pero no fui ganadora en ese momento. Sin embargo, persistí y en el 2018 volví a aspirar y tuve el honor de resultar electa. Martinez fue la candidata que más votos obtuvo en esa elección: 169.669 sufragios que representaron el 67.5% de la votación total.

La posición de jueza es muy demandante, ¿en que consiste su labor y qué situaciones difíciles le ha tocado enfrentar?

Mi labor consiste en escuchar casos sobre delitos menores que no excedan una pena de 365 días de cárcel y dictar sentencia.  Al salir electa, esta labor se realiza durante seis años, período que una vez consumado debe ser renovado con una nueva elección. Desde luego, en nuestro trabajo las situaciones más difíciles son cuando nos corresponde sentenciar a los acusados. En este sentido hay que seguir y aplicar la ley y siempre escuchando ambas partes.

Si tuviera que elegir entre su vida civil y pública, ¿cuál sería la más difícil?

Tanto la vida civil como pública conllevan responsabilidades importantes, pero en la vida civil el ser madre es un rol muy difícil.  Soy madre de un hijo de 19 años. Me esmero diariamente por criarlo con valores para que sea una persona productiva.

¿Alguna vez ha pensado en aspirar a cargos políticos o ser actriz, en caso de cambiar de giro? ¿Qué le falta por realizar en su vida?

Hay veces que una llega a pensar en otras formas de ayudar a la comunidad, pero realmente yo amo mi profesión especialmente porque puedo trabajar para toda la comunidad y no para un área específica como ocurre con la mayoría de los puestos políticos.  Nunca pensé en ser actriz pero durante mi tiempo como abogada fui un poquito actriz ya que había que presentar el caso de una forma certera, correcta y creíble frente al tribunal.

Si me preguntas qué me falta por realizar profesionalmente diría que quiero continuar realizándome como jueza para poder hacer mi trabajo mejor cada día y así poder impartir justicia siempre siguiendo la ley para todos en nuestro condado. 

La pandemia de coronavirus nos ha azotado a todos, ¿cómo lo ve en particular?

La pandemia nos ha afectado a todos en general y nos ha forzado a vivir en un nuevo normal en nuestras vidas.  En los tribunales hemos adoptado la plataforma Zoom para llevar a cabo las audiencias a través de ese medio digital conocido y es muy probable que se siga implementando cuando volvamos a la normalidad. Esperamos poder pronto regresar a la vida normal que todos queremos.

¿Qué mensaje le enviaría a su comunidad del Gran Miami?

Estoy muy agradecida por permitirme servir a nuestra comunidad como su jueza del Condado.  Por estar agradecida a mi gran comunidad, le devolveré ese apoyo trabajando arduamente e impartiendo justicia siguiendo la ley. Es por ello que les sugiero a todos que confíen en el sistema judicial. Estoy al servicio de la comunidad. 

Contacto: 

Telf: 305-548-5197

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